Las dinámicas de comunicación entre las organizaciones y sus audiencias ya no son opcionales, son una urgente necesidad para asegurar que los negocios sean viables en un entorno cada vez más complejo e hipercomunicado.
La comunicación es fundamental para la construcción de la propuesta de marca, y por ello la evaluación de su eficacia es imprescindible. Desde el pre-test publicitario hasta el post-test y el tracking de eficacia publicitaria, es clave asegurar la máxima optimización de las inversiones en comunicación tendientes tanto a generar ventas como relaciones.
1.- Saber a quién se le habla.
Se debe identificar el cliente objetivo, una vez que esté listo podrás tener la claridad de las diferentes personas que integran el público objetivo.
2.- Considerar la familiaridad del receptor del mensaje.
El texto de un anuncio debe ser diferente al de un boletín que a su vez no será igual al de los mensajes de servicio cliente, por eso se debe tener en cuenta el contexto y la relación con las personas que consumen el contenido.
3.- Crear una lista de palabras prohibidas.
A veces es más fácil definir lo negativo que lo positivo, por eso se recomienda tener claro el lenguaje a utilizar con los consumidores, ya que esto influirá sobremanera en las decisiones de compra.
Fuente: MERCA2.0