La afirmación pertenece a su propio creador, Masahiro Hara, quien ha señalado que el código Quick Response (QR), tiene los días contados y que después de su nacimiento en 1994 ahora le quedaría una década de vida, tal como afirmó al recibir el premio ‘popular’ en el European Inventor Award 2014 precisamente por la creación de este código.
Con la invención de los (QR) se buscó aumentar la cantidad de información que puede ser recogida en papel, lo que logró después de varios años de investigaciones, por lo que ahora es utilizado en todo tipo de presentaciones, desde pasajes aéreos, vallas publicitarias o tarjetas de presentación que desean brindar al usuario mayor información a través del redireccionamiento a una página web.
Entre sus ventajas, también se cuentan una lectura más rápida que la de otros códigos, así como el que pueden ser leídos por los dispositivos, aún cuando parte del código se pierda o no sea visible correctamente.
Y como la tecnología sigue su curso y la adopción de la de códigos QR parece no llenar los espacios, es el propio Hara, quien señala que probablemente su creación será sustituida por la Near Fiel Communication (NFC) y algoritmos de reconocimiento de imágenes más sofisticados, que reconocerán a los objetos por su forma y tamaño, y no por un código específico.
Tal como recoge el diario The Telegraph, “a decir verdad, puede que dure 10 años más”, en referencia a la creación por la que ha recogido su premio en Berlín la semana pasada, evento en el que también señaló que “ pienso que habrá el desarrollo en el área del procesamiento de imágenes, hará posible el que los objetos sean reconocidos por lo que son, sin un código impreso en papel. Esa es una idea que ronda en mi mente hace años.”
Y aunque el propio creador del código predice su ‘muerte’ antes cree que tiene camino por recorrer, porque falta por conocer y usar, un secure QR que hasta ahora se está desarrollando en Japón y que brindaría a los usuarios la posibilidad de compartir con los demás parte de la información y obtener al mismo tiempo, datos de uso privado.
Sin embargo, el propio Hara, que considera esto como una evolución de su código, está consciente de que la supervivencia de su creación parece tener los días contados, al menos desde su punto de vista.
Fuente: Merca2.0